Vivienda Barbera

About This Project

En esta luminosa vivienda de los años 70, ubicada en la costa alicantina de Villajoyosa frente al parque de la Barbera, Elena Yago ha llevado a cabo un proyecto de interiorismo y reforma integral donde estructura, ritmo visual y equilibrio cromático se alinean para crear un hogar cálido,calmo y lleno de luz.

El proyecto transforma completamente el espacio para responder a las necesidades de una familia de cuatro, con una distribución optimizada y soluciones funcionales de almacenaje que no renuncian a la estética. Desde una mirada sensible y contemporánea, Elena Yago convierte los elementos estructurales originales —pilares y vigas de hormigón y vigas metálicas— en protagonistas silenciosos del nuevo lenguaje arquitectónico de la vivienda.

Uno de los puntos focales del proyecto es el pasillo distribuidor, concebido no como un mero elemento funcional, sino como una pieza esencial de diseño. Revestido con panelados de madera lacada que integran armarios de dos de las habitaciones, los cuales han sido reubicados en el pasillo y no dentro de las mismas, accesos a dormitorios, baño y vestidor, este corredor se presenta como una envolvente serena donde la linealidad es clave. Una línea de luz cálida, empotrada en la parte superior del panelado, genera un efecto de profundidad, separando sutilmente los materiales —pladur y madera— y reforzando el ritmo visual del conjunto.

Una puerta corredera diseñada en hierro, cristal y con un toque de piedra es un elemento funcional que permite delimitar la zona de día de la zona de noche. Un elemento que al desplazarse por una guía oculta en el techo, se embute en la pared, liberando completamente el espacio y ampliando el paso entre ambientes.

Hay en el espacio una sensación de orden y calma: superficies limpias, proporciones medidas, y una atmósfera envolvente que invita al recogimiento. La iluminación, tanto natural como artificial, juega un papel fundamental en la percepción espacial, aportando distintas cromáticas y ligereza según la hora del día. Y en parte se consigue un efecto lineal gracias a la ubicación de los retro iluminados que recorren toda la vivienda.

La cocina, abierta al salón pero delimitada por un cambio de pavimento (piedra y tarima de madera), se articula como otro de los ejes del hogar. Elena Yago reubica la cocina y consigue en la nueva distribución, más de cinco metros de bancada, isla central y una zona de almacenaje mural que responde con generosidad al uso cotidiano. La elección del material pétreo para encimeras y pavimento (Ber&Beren, de Living) conecta visualmente con las fachadas de la cercana finca Barbera, integrando el paisaje en el interior del hogar.

Los baños siguen la línea conceptual del proyecto: materiales continuos, tonos vainilla y una atmósfera cálida. El fondo pétreo y homogéneo se enriquece con la textura visual de azulejos artesanales en acabado mate y brillo, que aportan un matiz sutil, casi poético gracias a la luz indirecta.

En cuanto a la paleta cromática, se ha buscado una armonía monocromática con acentos muy controlados: metales en gris ratón, paredes y techos en blanco y una madera tono avellana que aporta calidez en elementos clave, como la isla de la cocina y la puerta de acceso a la suite principal.

El resultado es una vivienda serena, atemporal, pensada para ser vivida con pausa. Un proyecto donde Elena Yago demuestra una vez más su capacidad para transformar espacios cotidianos en entornos habitables llenos de intención, calma, equilibrio visual y sobre todo atemporalidad.